Juan Emar, protagonista y narrador de su ficción, persigue un unicornio etíope, le hace el amor a una princesa de esquina, se somete a la autoridad de un pájaro verde embalsamado, descubre el sentido de su existencia en el fatal equilibrio que su ser establece con un gato y una pulga, se pierde en un hotel dentro de un hotel dentro de un hotel dentro de un hotel… Son narraciones clarividentes. Su crítica total solo puede resolverse con fantasía, humor y crueldad: pura vanguardia en español.
«A mi compañero Juan Emar se le dará lo que aquí no se mezquina: lo póstumo» (Pablo Neruda).