Ayer tuvimos en el máster la visita de un responsable de programación cultural de la Fnac, por ello, quiero plantear la eterna cuestión: ¿se debe permitir que las grandes superficies se coman a las pequeñas librerías? ¿Qué opináis?
A mí me gustan la Fnac, la Casa del Libro, las grances superficies, pero también las románticas librerías de toda la vida, y no entiendo por qué no podemos hacerlas compatibles, que convivan juntas.