Chae Mansik (Okgu, 1902 – Seúl, 1950) nació y se crio en el medio rural, se trasladó después a Seúl y dejó durante un tiempo Corea para instalarse en Tokio y estudiar
Literatura Inglesa. Su estancia en Japón le ayudó a tomar conciencia de la situación de su propio país, que después iba a ser objeto de la crítica contenida en la mayor parte de su producción literaria.
Desde la década de los treinta trabajó como periodista en los diarios Chosun Ilbo y Donga Ilbo, mientras escribía cuento, novela y teatro. Nunca pudo librarse de las dificultades económicas, motivo por el que renunció a sus estudios y tuvo que volver a su país. Eso sí, jamás se desprendió de su icónico sombrero de ala corta ni de su traje occidental, lo que le valió el apodo de «el Conde Francés».
Fue detenido en 1938 por su posición crítica con el Gobierno japonés, y a su salida de prisión escribió varias obras favorables al régimen, lo que tiempo después haría que se le acusase de colaboracionismo… Chae Mansik tuvo, por lo demás, muy mala salud durante toda su vida, y en 1950 falleció de una pulmonía, justo una semana antes del estallido de la Guerra de Corea.