Ahora vivo en una máquina. Una máquina electrónica. La máquina donde vivo se llama Japón. También es un país. A lo mejor lo conocéis.
Un madrileño en torno a la treintena guía al lector por los bajos fondos de la ciudad industrial de Osaka y le presenta a su extravagante círculo de amigos, marcado por las fuertes contradicciones del Japón actual.