“—Vea, mi hijito, me dijo: es muy cierto que hay brujas… ¡púu…! ¡De que las hay, las hay! Pero… no hay que creer en ellas”.
¿Cuánto hace que no te cuentan un cuento? ¿Cuánto hace que no te cantan un cuento? Óigame un escuchito: En estos relatos las palabras silban, suenan como una música. Un aprendiz de brujo anhela volar, un pero suspendido /una palabra en el aire desata la tragedia de un príncipe, la Muerte se toma una copa de vino con un aldeano y un humilde mecenas de los pobres se juega las almas del Infierno a las cartas con el diablo. Tomás Carrasquilla ya escribía sobre la realidad mágica colombiana antes que García Márquez y se equiparaba al costumbrismo presente en la obra de Galdós. Oígame un escuchito es un ejemplo de ello: siete escenas cotidianas donde se mezclan el amor, el humor, la amargura y la fantasía; siete cuentos escogidos para intrépidos. El lector oirá un español familiar al tiempo que asistirá fascinado a los vuelos de que es capaz el lenguaje cuando se mide con la magia. ¿Quién sabe?, quizá al final no nos quede otro remedio que creer en las brujas.