Años sesenta. Alguien deambula por las calles de El Cairo. Sobrevive a la rutina seducido por sus recuerdos. Una historia sobre la ausencia de libertad, la miseria sexual y las ilusiones perdidas. Ese olor, que fue censurada y padeció el secuestro de su primera edición en 1966, contiene el mismo espíritu contestatario que ha impulsado las protestas de la Primavera Árabe.
«¿Por qué tenemos que escribir acerca de lo maravillosamente bien que huelen las flores cuando las calles están llenas de mierda y a todos nos llega ese olor pestilente y nos quejamos de él?» (del prólogo del autor).