El marketing es un aspecto primordial en el proceso de edición. Puedes crear el libro más maravilloso del mundo (una historia que engancha, una edición impecable, incluso con una ilustración de portada creada por Picasso resucitado) pero no servirá de nada si la noticia no llega al público.
Publicidad en el punto de venta como expositores y escaparates; en prensa, radio, televisión o internet; presentaciones que te permiten fidelizar librerías y acercarte a los lectores, premios literarios, promociones que ofrecen regalos al lector (o futuro lector) y ferias del libro son los puntos clave donde dar a conocer tu obra.
Hay mucho que hacer frente a este panorama, las ideas bullen hasta que un montón de cifras (como pesan las condenadas) te hacen bajar de las nubes para volverte a colocar en el prosaico suelo: “Eh chicos, no olvidéis que tenemos un presupuesto”. ¿Qué hacemos entonces?
Internet: blogs, redes sociales como Facebook o Twitter, videos virales… son formas de promocionar el libro de una forma económica. Un ejemplo, ¿habéis oído hablar alguna vez de Valeria Oriol? Esta adolescente tiene un blog donde comenta sus impresiones sobre el mundo, lo que siente, lo que vive. Con una sola particularidad: Valeria Oriol no existe, es un personaje nacido de una obra de ficción que cobra vida en la red. ¿Podéis imaginar qué diría Charlotte si volviese a la vida, por ejemplo, en Facebook? ¿Con qué frases actualizaría su estado? Se aceptan sugerencias…
Charlotte Temple dice: Qué bien interpreta el Clave bien temperado de Bach este caballero… le van a llover enaguas cuando finalice la función.
(La Rue Like this)
Hasta la próxima, queridos lectores.